Os trascribo su carta y al final del blog teneis la forma de colaborar en dicho proyecto.
Queridos amigos:
Hace casi diez años que
abrimos en nuestra diócesis un seminario menor para chicos de la ESO y de
bachillerato, es decir seis años de estudios y formación antes de empezar los
estudios en el seminario mayor o ir por otros caminos.
Los motivos que nos llevaron a
abrir el seminario fueron de diverso orden: dar una buena formación
intelectual, humana y cristiana a chicos abiertos a la idea de seguir la
llamada del Señor. Por supuesto que sabemos que la mayoría de los chicos que
entran en el seminario no llegarán a ser sacerdotes, pero al menos todos
recibirán una buena educación que les servirá para en el futuro, sea como
sacerdotes que como laicos, sirviendo a la Iglesia o a la sociedad.
Normalmente, los chicos pasan
antes dos años en sus parroquias en donde ya empiezan una formación de base,
sobretodo se les da la posibilidad de mejorar el nivel de estudios, pues en la
mayoría de los pueblos las escuelas funcionan muy mal. También se les conoce
antes de admitirlos en el seminario. De la misma manera se ve cómo reaccionan
los padres, en particular en el aspecto económico, es decir si contribuyen como
es obligatorio: dos sacos de cereal (200 kg) y 15.000 francos (23 euros). Si no
cumplen en ese momento no cumplirán tampoco después.
En el seminario se pide a los
padres que den los dos sacos de cereal más 25.000 francos para los tres
primeros cursos, y 30.000 francos para los tres cursos siguientes. Lo que se
pide a las familias es un mínimo, pues con lo que dan no se llega a cubrir
todos los gastos, pero tampoco se les puede pedir más pues casi todos los
alumnos son hijos de agricultores. La agricultura en el Chad es, prácticamente,
una agricultura de subsistencia, todo depende de las lluvias que caigan durante
la estación de lluvias (aquí hay solo dos estaciones, ésa y la estación seca).
Si llueve bien pueden coger una cosecha que es suficiente para vivir (la media
es de unos 800 kg/hectárea, y aquí se cultivan 2 ó 3 hectáreas de media, a
causa de los medios de producción todavía muy rudimentarios), pero si no llueve
bien entonces pasan situaciones muy difíciles, como la del año pasado a causa
de las inundaciones; en ese momento tuvimos que hacer alguna excepción. Una
boca más en casa no se nota, pero si esa boca se va con 200 kg eso ya es otra
cosa.
Los gastos mayores son para la
alimentación, para los sueldos de los profesores y para el carburante del grupo
electrógeno que se utiliza por la noche (3 horas al día), pues en Laï no hay
corriente eléctrica pública.
En este momento tenemos 97 chicos,
de los cuales 32 en los tres últimos cursos. Hay tres formadores con ellos, dos
sacerdotes y un seminarista mayor. La decena de profesores son, en su mayoría,
profesores que enseñan en el instituto público y que vienen a dar clase
utilizando sus horas libres. El equipo de formadores se hace cargo también de
la parroquia (un barrio de la ciudad y una treintena de pueblos, el último a 45
km de la ciudad), pues no tenemos bastantes sacerdotes en nuestra diócesis.
He aquí en breve la
presentación de nuestro seminario S. Dionisio, mártir de Uganda. Ojala los
fieles de la Iglesia de Huelva pueden echarnos una mano.